La joven ocultó la verdad durante tanto tiempo por las intimidaciones que recibía del acusado, quien la amenazaba con hacerla “desaparecer” si contaba algo.
Una joven de 18 años, oriunda de Florencio Varela, denunció al padre de su mejor amigo por abusarla sexualmente desde que era una niña, un calvario que la víctima ocultó durante tanto tiempo por miedo a las intimidaciones que recibía por parte del acusado, quien -según consta en el expediente judicial- la amenazaba con hacerla “desaparecer” si contaba algo.
Una fuente con alto acceso a la causa informó a El Quilmeño que el hombre, de 52 años, ahora se encuentra detenido en la Comisaría 4ta. de Florencio Varela. De acuerdo a la declaración de la adolescente, el presunto violador es el padre de su mejor amigo, a quien regularmente visitaba en su casa de las calles Larreta y Bragado, en la localidad de Bosques.
Allí comenzaron los abusos sexuales cuando la víctima tenía penas 12 años y comenzó a concurrir a esa vivienda para jugar con el hijo del acusado.
La situación salió a la luz el pasado 9 de octubre, fecha en la que la chica se encontraba en la casa de su amigo y, cerca de la medianoche, se dirigió al baño para hacer sus necesidades. En ese momento, siempre de acuerdo a la declaración de la víctima, el padre de su amigo la encerró y la sometió “vaginalmente”.
A partir de ese último abuso la joven tomó valor y, con el apoyo de allegados, se animó a concurrir a una comisaría para hacer la denuncia. La causa fue remitida inmediatamente a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 8 de Quilmes, a cargo del fiscal Alejandro Ruggeri, el fiscal que atiende todos los delitos sexuales que se reportan en la región.
En ese marco, Ruggeri ordenó la realización de un Reconocimiento Médico Legal a la víctima, pericia que arrojó “resultado positivo”. A dicho informe se sumaron distintas declaraciones testimoniales e inspecciones oculares que determinaron el pedido de allanamiento y captura del imputado.
Para el representante del Ministerio Público, existen pruebas suficientes como para creer que el hombre “abuso sexualmente” de la denunciante “entre sus 12 y 18 años de edad”, todo esto “bajo amenazas de que la iba a hacer desaparecer si ella contaba algo”.
Asimismo, Ruggeri consideró que “dichas acciones contrarias a derecho fueron perversas y excesivas, y que por la duración en el tiempo han alterado la distorsión de la personalidad sexual de la víctima”. En ese sentido, encuadró su detención en el orden de los delitos de “Abuso sexual con acceso carnal, en concurso con Corrupción de Menores agravada, reiterados”.
Al solicitar su indagatoria, el presunto abusador hizo uso de su derecho y prestó declaración ante el fiscal, frente a quien reconoció conocer a la víctima como amiga de uno de sus hijos y negó las acusaciones en su contra. Además, describió a la denunciante como una persona “medicada” que estuvo “internada en un psiquiátrico”, que “anda en la calle” y que “se junta a tomar bebidas alcohólicas con los pibes”. También aseguró que ya había denunciado a otro hombre por el mismo delito.