Con pocas horas de diferencia, dos familias fueron maniatadas y desvalijadas. A la vez, hay arrebatos en las calles. Inquietud por los permanentes cambios de comisarios en la seccional 8va.
Vecinos de Barrio Parque Bernal manifestaron su preocupación por la ola de violentos asaltos que se vienen registrando durante las últimas semanas.
Con pocos días de diferencias una familia de Obligado e Independencia y otra de Labardén sufrieron el ingreso de delincuentes en horas de madrugada. En ambas ocasiones, las víctimas fueron maniatadas mientras los ladrones procedían a desvalijar la vivienda. En la zona, ya habían recrudecido los robos en plena calle, donde varios transeúntes, en cuestión de segundos, perdieron sus teléfonos celulares y el dinero que llevaban.
Los habitantes del barrio señalaron que, recientemente, la Municipalidad instaló luminarias LED en toda la zona que mejoraron la visibilidad pero que, no obstante ello, los malvivientes no se intimidan.
Barrio Parque Bernal fue históricamente un sitio tranquilo pero, con los años, sus moradores no escapan de la situación general en materia de inseguridad. Dos de las desventajas que mencionan como determinantes son la cercanía de la subida de la Autopista Buenos Aires- La Plata -por donde suelen escaparse las bandas más organizadas- y el hecho de estar a pocas cuadras de la villa El Monte Matadero, donde suelen refugiarse rápidamente los autores de asaltos de menor volumen.
Los vecinos destacaron, además, que en la zona hay alarmas tanto lumínicas como sonoras, varias viviendas tienen cámaras de seguridad, cada pocas cuadras se conformaron grupos de whatsapp para mantenerse conectados y que viven prestando atención a cualquier movimiento sospechoso.
A la vez, indicaron que ya se han dirigido en varias oportunidades a la Comisaría 8va. en busca de soluciones, donde se han entregado petitorios, pero que sólo han obtenido respuestas temporales. “Encima -afirmaron- cada dos por tres cambian al comisario, por lo que es imposible que cualquier medida acordada tenga continuidad”.
“Sólo esperamos recuperar la tranquilidad que teníamos cuando decidimos venir a vivir al barrio”, señalaron no sin cierto aire de resignación.