La fuerte sudestada causó que los accesos de la ribera quedaran anegados entre la tarde del domingo y la de ayer, momento en el que comenzó a bajar el nivel del río que había superado los 3 metros. La situación causó trastornos tanto en vecinos como en los conductores de vehículos particulares y de transporte público que transitan por la zona.
Las arterias que resultaron ser las más perjudicadas por la inclemencia climática fueron las avenidas Otamendi y Cervantes, y las calles como Yoldi, Los Ciruelos, Los Naranjos, las números 23, 24 y 25, más Lafayette, las cuales se encuentran prácticamente al lado del Río de la Plata.
En tanto, desde la Municipalidad de Quilmes habían alertado a los frentistas a través de las redes sociales para que se tomaran los resguardos necesarios.
Al respecto, Liliana, quien es la responsable del merendero móvil “Rivera Quilmes”, manifestó que, a pesar de las problemas causados por el desborde, “pudimos llevar las viandas a los vecinos que más las necesitan, tal como hacemos siempre”.
“Si bien es algo molesto ver la zona inundada, se puede decir que no llegó a tener el mismo tenor que en ocasiones anteriores”, añadió la lugareña.
Cabe destacar que el Servicio de Hidrogafía Naval, señaló que, al cierre de esta edición, el río estaba en los 2, 10 metros, una instancia que no implicaba peligro de desborde.
Asimismo, el área de comunicación de la intendencia que encabeza Mayra Mendoza, aseguró, a este medio, que sólo se registró “una persona evacuada ya que tenía problemas de movilidad”.