La firma asegura no tener fondos, por lo que peligra el pago de las indemnizaciones a los 100 trabajadores que se desempeñaban en la institución. Comenzaron a analizar estrategias ante la nueva situación.
El cierre del Instituto French de Ramos Mejía -anunciado sorpresivamente en octubre- que dejó a 100 familias sin trabajo y 500 alumnos sin colegio, se transformó en irreversible: la Justicia dispuso su quiebra, a pedido de la empresa -una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL)- y clausuró el edificio de la calle French.
Y según precisó a este medio la secretaria de Comunicación y Prensa del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (SADOP) La Matanza, Noelia Sergi “la firma asegura carecer de recursos, ya que la sede no está a su nombre, sino de los integrantes de la SRL”.
Aseveró que “es una decisión que ya tenían pensada desde antes de la pandemia de coronavirus, con el objetivo de vender el edificio. Hubo varias audiencias en el Ministerio de Trabajo, donde la Provincia le ofreció aumentar la subvención que tenía del 70 y el 80 por ciento, según los niveles, al 100 por ciento, y el Municipio colaborar con eventuales problemas edilicios, pero lo rechazaron. Por otra parte, llegaron a asegurar que estaban negociando con otras empresas la venta”.
Sergi indicó que “los docentes no recibieron telegramas de despido y algunos, en medio del fin de semana, un correo electrónico comunicándoles sobre la quiebra”.
Ayer se realizó una reunión en el SADOP “en la que comenzaron a analizarse estrategias. Hay docentes que estaban a punto de jubilarse, matrimonios para los que era su fuente de trabajo, y en varios casos, que sus hijos eran alumnos. La organización familiar se viene abajo, y también la de los estudiantes, cuyos padres recibieron un listado de colegios alternativos que duplicaban o triplicaban sus cuotas”, agregó Sergi.