Con financiamiento del ONUSIDA Latinoamérica y la colaboración de organismos estatales y privados, brindará asesoramiento jurídico y psicológico, acceso a consultas médicas y testeos de VIH Sida.
La asociación civil Casa M.A.N.U (Mucho Amor Nos Une) de Monte Grande, que alberga a niños y niñas con VIH-SIDA en situación de abandono de persona, amplía su campo de trabajo con la apertura de un Consultorio Amigable que brindará asesoramiento jurídico y psicológico, consultas médicas y testeos a la comunidad trans y de trabajadoras y trabajadores sexuales.
“Como desde hace 18 años, seguimos trabajando por las minorías que sufren una enorme y dolorosa vulneración de sus derechos; por eso tejemos redes, ampliamos nuestro campo de trabajo y abrimos nuevos frentes a fin de continuar trabajando por la equidad”, explicó Silvia Casas, titular de la entidad.
Casas añadió que el proyecto se encuentra “en línea con nuestra incansable labor de divulgación de información para erradicar la discriminación y el estigma de personas disidentes”, al tiempo que destacó que “nos enorgullece impulsar el primer Consultorio Amigable de Echeverría”.
Cabe señalar que la iniciativa de Casa M.A.N.U contará con financiamiento del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida para América Latina y el Caribe (ONUSIDA) durante las primeras ocho semanas de funcionamiento. “Abogaremos por darle continuidad en el mediano y largo plazo, brindando un servicio a esta comunidad con tan acotado acceso, seguiremos trabajando para mejorar su calidad de vida y su inserción en el sistema sanitario y jurídico”, aseguró Casas.
La mujer también mencionó que otros colaboradores del proyecto son el Ministerio de Salud de la Nación, Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis y Tuberculosis, el Municipio de Esteban Echeverría, Hospital Municipal Santamarina, y la ONG Testeate Buenos Aires, dedicada a la prevención y detección de VIH-Sida.
Quienes deseen ponerse en contacto pueden comunicarse al 4720-9795 o por mail a consultorioamigable@casamanu.org.ar.
Más allá de destacar la labor que lleva adelante la entidad, algunos lamentaron que el proyecto considere como “trabajo” a la condición de prostitución a la que se ven inmersas mujeres y trans. “La explotación sexual, la prostitución no es trabajo, es violencia sexual hacia mujeres empobrecidas. Considerar esta forma de tortura un trabajo es fortalecer el proxenetismo y fomenta la trata”, expresaron en las redes sociales.