
Un joven caminaba de regreso a su casa por las calles 889 y 843, donde fue interceptado por dos delincuentes armados, a quienes les entregó su teléfono celular y una mochila.
Un asalto perpetrado por motochorros en San Francisco Solano mostró la peor cara de la inseguridad, ya que la víctima no ofreció resistencia alguna y entregó todo lo que tenía, pero, así y todo, el delincuente le gatilló con un arma de fuego en el rostro sin que saliera el disparo, por lo que salvó su vida de milagro.
Una imagen típica de los últimos años se viralizó en la jornada de ayer, cuando en las redes sociales subieron un video del violento ataque, que quedó registrado por la cámara de seguridad de una vivienda que grabó la triste escena.
En la filmación se observa que un joven que caminaba por la calle, en la intersección de las calles 889 y 843, donde, al escuchar el ruido de una moto, volteó y vio que era asechado por una pareja de motochorros.
Empuñando un arma y encapuchado, el delincuente que iba de acompañante bajó del rodado y comenzó a exigirle a la víctima los objetos de valor. Antes de tener al ladrón en frente, y sin dudarlo, el joven se sacó la mochila y estiró los brazos para entregársela junto con su teléfono celular en la otra mano, ya que no quería que le hicieran daño.
Así, el sujeto sólo tuvo que hacerse de los objetos de valor. Sin embargo, en una actitud completamente criminal y fuera de contexto, tomó el botín y le gatilló el arma en la cara al joven, quien había cumplido a rajatabla el ‘abc’ para, justamente, no salir lastimado.
Al ver la situación, un vecino alertó a los demás y el dueño de una camioneta, estacionada justo en el lugar del hecho, comenzó a hacer sonar la alarma, con el objetivo de ponerlos en fuga.
Inmediatamente después de su comportamiento hostil, el malviviente volvió a la moto, tiró la mochila en la calle y huyó junto a su cómplice con el teléfono de la víctima, que, evidentemente, era lo único que pretendían robar.
En tanto, la víctima, que salvó su vida milagrosamente, regresó temeroso, recogió su bolso de la calle y continuó su recorrido en la misma dirección en la que iba.
El video tuvo gran cantidad de reproducciones y generó una catarata de comentarios de repudio e indignación por la innecesaria y desaprensiva actitud del motochorro.